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Mindfulness, un poco de historia

Conocer los procesos que guían la atención requiere tomar consciencia de los contenidos de la conciencia y, quizás ésta sea la razón por la que, a la cultura occidental, sesgada desde sus orígenes filosóficos hacia las ideas y la argumentación, se le haya escapado abordar su estudio y práctica.

Para acceder a una comprensión completa de las prácticas de mindfulness, es necesario reconocer su origen en un contexto histórico y cultural diferente al nuestro. Conocer los procesos que guían la atención requiere tomar consciencia de los contenidos de la conciencia y, quizás ésta sea la razón por la que, a la cultura occidental, sesgada desde sus orígenes filosóficos hacia las ideas y la argumentación, se le haya escapado abordar su estudio y práctica.

Hemos tenido que abrirnos con humildad a conocer las técnicas milenarias de meditación que la cultura oriental ha estado desarrollando desde una perspectiva más contemplativa que racionalista.

Enseñanzas fundamentales del budismo

La importancia de la atención en el budismo es tal que, en realidad, el término con el que designó a su fundador es el de Buda que significa el que ha despertado.

Su interés en conocer el funcionamiento de la mente, y la manera en la que ésta aliviaba o fomentaba el sufrimiento característico de la existencia, le llevó a emprender una búsqueda introspectiva en su mente, para la cual dejó a un lado las creencias religiosas de su cultura de origen.

El budismo se considera una religión no teísta que actualmente muestra un gran interés por los descubrimientos neurocientíficos y psicológicos de la ciencia occidental.

El objetivo original del budismo ha sido reducir el sufrimiento y aportar calma y equilibrio para sobrellevar el dolor inevitable y, para ello, aplica algunas enseñanzas fundamentales como:

Vipassana

Vipassana significa visión clara, y su práctica incorpora una de las enseñanzas fundamentales del budismo: la impermanencia, como una de las marcas de la existencia.

Por muy atemorizante o desagradable que sea cualquier pensamiento, emoción o sensación, tarde o temprano acaba pasando.

Puede observarse que cuanto más nos esforzamos en tratar de eliminar estos elementos incómodos de la conciencia, más atención les prestamos y, en consecuencia, más intensos se vuelven y más tiempo permanecen. Vipassana enseña a dejar ir, a no aferrarse a ningún contenido.

Identidad

La segunda marca de la existencia humana, según el budismo, explora que nuestra identidad egoica es transitoria e insustancial.

Tratar de encontrar una entidad estática con la que identificarnos genera sufrimiento.

La práctica de mindfulness incorpora la des-identificación con respecto a pensamientos, creencias y emociones. Nada de eso nos define esencialmente, cuando no me identifico con ellos es más sencillo dejarlos ir. 

Insatisfacción

La tercera marca de la existencia para el budismo es la insatisfacción. Una de las mayores comprensiones de la psicología humana fue mostrada aquí:

Si no aceptamos que la vida se siente en muchos momentos como dolorosa e insatisfactoria, tan solo lograremos incrementar nuestro sufrimiento.

¿Cómo llegaron a occidente estos conceptos centrales del budismo?

En 1972 llega a Francia Thich Nath Hanh, conocido cariñosamente como Thay por sus discípulos, un monje budista, refugiado por su actitud persistente de oposición pacífica a su gobierno desde la guerra de Vietnam. Desde entonces no ha cesado de impartir charlas y retiros centrados en la práctica nuclear de mindfulness como corazón de sus enseñanzas de budismo zen y funda la comunidad budista Plum Village en Burdeos.

Thich Nath Hanh (1926-2022)

Muchos otros monjes exiliados del Tibet han contribuido a popularizar ideas y prácticas budistas, pero Thay se ha caracterizado por la difusión específica de mindfulness, y podemos considerarlo como su abuelo en occidente.

Mindfulness tienen un claro componente social y relacional que desarrolla la empatía y la compasión. La atención siempre se desarrolla con amabilidad y con la intención de reducir el sufrimiento propio y ajeno.

La incorporación de Mindfulness a la corriente principal de pensamiento académico ha venido, sin duda, a través del trabajo del Doctor en Biología Molecular y profesor emérito de medicina Jon Kabat-Zinn, a cargo de la Clínica de Reducción del estrés en la Escuela Médica de la Universidad de Massachusetts. Tras conocer el budismo zen de mano de Philip Kapleau, y participar en retiros con Thich Nhat Hanh, se inspira en estas prácticas para organizar un programa completamente descontextualizado del marco religioso del budismo y el yoga. Se convierte así en el padre adoptivo de mindfulness en occidente.

De esta forma, nació el programa Mindfulness Based Stress Reduction, MBSR (Reducción del Estrés Basado en la Atención Plena, REBAP en español), impartido en la Escuela Médica de la Universidad de Massachusetts desde 1979 y creado por Jon Kabat-Zinn. Su forma de operativizar mindfulness, y su elección de las técnicas apropiadas para desarrollar un programa de trabajo intensivo en ocho semanas, hizo accesible mindfulness a un público general no interesado en el contexto budista de referencia.

En España, nuestro Kabat-Zinn particular ha sido el médico, psiquiatra y catedrático de psicobiología Vicente Simón, de la Universidad de Valencia. Fundador y presidente de la Asociación de Mindfulness y Salud (AMYS) y de la Asociación Española de Mindfulness (AEMIND), ha colaborado a la hora de institucionalizar mindfulness como un campo de investigación en numerosas universidades españolas, y a acercar mindfulness a la práctica de la psicología clínica.

Actualmente un número cada vez mayor de científicos están investigando para conocer y comprender los estados emocionales y procesos mentales que se ven favorecidos por la práctica de la meditación. La práctica sistemática de mindfulness ha demostrado una particular efectividad en la mejora de la capacidad de autorregulación emocional, pues disminuye el periodo refractario y permite a la persona responder ante los acontecimientos percibidos como amenazantes o estresantes de una manera más ajustada, tanto para ella como para su entorno.