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Errores en la escritura… ¿a qué se deben?

Si has observado que tu hijo/a comete errores en la escritura y no existen causas intelectuales ni perceptivas para que esto ocurra… El primer paso para poder ayudarle consiste en identificar de qué tipo de errores se trata. Los errores pueden estar vinculados a distintos tipos de ortografía. Conocer a qué tipo de ortografía pertenecen nos ayudará posteriormente a realizar una intervención específica. Si quieres saber más sobre cada uno de ellos, ¡sigue leyendo! 😉

Ortografía natural

En un principio, escribir correctamente parece muy sencillo: basta con SEGUIR LAS REGLAS DE CONVERSIÓN fonema-grafema (sonido-letra). Por ejemplo:
Sonido /m/: se escribe “m”
Sonido /e/: se escribe “e”
Sonido /s/: se escribe “s”
Sonido /a/: se escribe “a”

Conociendo estas reglas, escribir la palabra “mesa” no debería presentar ninguna dificultad, porque se trata de relaciones simples: a cada fonema le corresponde un solo grafema.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que se trata de una etapa inicial en el aprendizaje de la escritura, así que es normal que nuestro/a hijo/a cometa algunos errores (¡está aprendiendo!). Los errores en la ortografía natural suelen ser por sustitución (por ejemplo, confundir “ñ” y “ll”, “p” y “b”), por omisión o adición (por ejemplo, escribir “patel” en lugar de “pastel”) o por alteración del orden (escribir “pulma” en lugar de “pluma”). Las sílabas trabadas suelen resultar dificultosas en esta etapa (“tronco, plato, brazo, …”).

Si tu hijo/a presenta errores en este tipo de ortografía, probablemente se deba a dificultades en el procesamiento fonológico y/o en la adquisición de las reglas de conversión fonema-grafema. Por tanto, debemos reforzar ambos puntos, ayudándonos de apoyos visuales y gestuales.

Ortografía invariable

Hasta aquí todo parece sencillo. Pero cuidado, porque hay fonemas (sonidos) de relación compleja, cuya escritura se corresponde con dos grafemas distintos en función del contexto que les rodea o de la posición que ocupan en la palabra. Por ejemplo, en función de las vocales que le acompañan a ese fonema:

Sonido /z/: se escribe con “z” ante a, o, u. Se escribe con “c” ante e, i.
Sonido /g/ suave: se escribe con “g” ante a, o, u. Se escribe con “gu” ante e, i.

Para escribir correctamente palabras de ortografía invariable, basta con conocer a fondo las reglas de escritura para despejar la duda entre un grafema y otro. Conociendo bien estas normas, se despejan las dificultades a la hora de escribir palabras como “cereza” o “guijarro”.


Si tu hijo/a presenta errores en este tipo de ortografía, probablemente se deba al desconocimiento de estas normas. Por eso, será conveniente explicar las normas explícitamente y después practicar con ejercicios hasta que las asimile. En este enlace puedes encontrar material imprimible para trabajarlo (aunque este material está especialmente diseñado para niño/as con dislexia, también es aplicable a niño/as sin dislexia).

Ortografía arbitraria

El verdadero problema suele aparecer cuando tu hijo/a tiene que escribir palabras que incluyen fonemas cuya correspondencia con el grafema genera DUDAS, dudas que las reglas de conversión fonema-grafema no son capaces de resolver. Por ejemplo:
Sonido /b/: se puede escribir “b” o con “v”
Sonido /j/ ante e, i: se escribe con “g” o con “j”
Ausencia de sonido: ausencia de grafema o “h”

La cuestión es: ¿qué grafema utilizar en cada caso? ¿cómo despejar la duda?

En algunas palabras, es posible despejar la duda conociendo las reglas ortográficas (no es lo mismo que reglas de conversión). Por ejemplo: “Se escriben con b los verbos terminados en –bir, excepto hervir, servir, y vivir”. “Hervir”, “servir” y “vivir” son palabras de ortografía reglada.

El problema es que no todas las palabras dudosas se ciñen a reglas ortográficas. Por ejemplo, “novio, avión, gaviota, viaje, violín…” ¿Por qué se escriben con “v” y no con “b”? No siguen ninguna norma específica.

Si tu hijo/a comete errores en este tipo de palabras, probablemente se deba a una baja memoria visual de las mismas. Es posible que no haya leído lo suficiente como para que esas palabras aparezcan de manera repetida, y que por eso no haya sido capaz de generar un recuerdo visual sobre cómo se escriben.

Así que, la única manera de despejar la arbitrariedad que generan estas palabras es TRABAJANDO LA MEMORIA VISUAL de las mismas. ¿Crees que este podría ser el problema de tu hijo/a? Si quieres saber cómo ayudarle, pincha en el siguiente enlace.